Perdiendo el control — Loles López


Lucía anhela compartir su vida con alguien afín a ella, aunque no se deja llevar por los sentimientos y necesita racionalizarlo todo antes de tomar una decisión.

Una noche conoce a Óliver, un hombre atractivo y misterioso, que hará nublar su razón y que junto a él, se sentirá una mujer distinta.

La llegada de Álex, su amigo de la infancia, le hará más difícil el tener que elegir entre esos dos hombres. No sabrá qué hacer: si dejarse llevar por lo nuevo y misterioso; o decantarse por lo seguro y conocido.

Lo que Lucía no sabe es que esa simple elección, hará que pierda el control de su vida, haciéndola vivir situaciones límites que la pondrán en peligro.

¿Llegará a descubrir lo que es el amor? ¿Podrá salir con vida de esta historia?

Este libro lo gané en un sorteo de un blog. La primera vez que gané algo en un sorteo de estos jajajajajaja. Recién ahora lo leo, a pesar de haberlo tenido desde hace un año más o menos, porque siempre se me ponía entre ceja y ceja otro libro, o nunca tenía ganas de romance.

Pero un día abrí el ebook y aquí estoy.


Y aquí estamos de nuevo. Con un libro de triángulo amoroso.

En realidad, no tengo mucho que decir de la historia. Una chica va de fiesta con su amiga para superar una ruptura amorosa que su ex no acepta. Está harta ya de que él la llame e insista en volver con ella. Así que va a una discoteca con su amiga Clara para pasárselo bien... y sí, allí conoce a un hombretón llamado Óliver. Tiene una mirada gris, penetrante y atractiva. Un hoyuelo para morirse. Un cuerpo que haría derretir a un témpano de hielo... Vamos, que es todo un Adonis.

Quedan en verse pero él siempre escurre el bulto y no ahonda en su vida ni nada. Es todo muy secretivo... y previsible.

La verdad es que no disfruté mucho leyéndolo. No me parecía interesante ni entretenido lo que ocurría ni la forma de contarlo. TODO pasaba muy rápido y todos los personajes tenían casi la misma forma de hablar y de expresarse... lo cual hace menos creíble la historia.

A Lucía, la protagonista, le encanta calcular y medir los tiempos en cuanto a las relaciones amorosas. Aunque cuando aparece Óliver, con todo esplendoroso cuerpo y hoyuelo, tira todo por la borda y se lanza a por todas. Cambió totalmente su forma de ser porque se sentía atraída como una polilla a la luz. Y eso no me gustó. Es decir, cambió de un minuto al siguiente. Estaría menos en contra de este cambio si hubiera sido más paulatino y con argumentos mejores que un cuerpote y un cochazo. Con la rapidez de todo, hicieron que Lucía me pareciera una chica muy superficial, aunque nos repitieran lo contrario.

Vale, no me coman. No estoy en contra de las historias de una noche. Que cada uno le dé a su cuerpo lo que le dé la gana, cuantas veces quiera y con quien le dé la gana. El problema que le veo a este enamoramiento es que se enamora de él a simple vista, y se enamora mucho... habiendo compartido solamente un par de miradas y un «Hola». En fin...

A Óliver le ocurre lo mismo. Y se llegan casi a obsesionar el uno por el otro... habiendo compartido solamente un polvo tan bueno que le movió el mundo a Lucía. No sé, me parece raro el cambio tan radical que dio en una noche.

No tengo muchas buenas palabras para este libro, solamente que lo terminé de leer, y eso es algo que no hice con otros libros. Quizá si hubiera sido más largo, con más conversaciones e interacciones...


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